Descripción
Una fantasía carnal entre panes. Su carne smash, dorada y jugosa, se derrite junto al cheddar como un susurro caliente. La salsa Thousand Island se desliza con suavidad entre capas, abrazando el tocino crujiente, el tomate fresco y la lechuga hidropónica que estallan al primer bocado. Cada ingrediente está puesto para seducir… y no hay vuelta atrás. Esta no se come con hambre. Se come con deseo.
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